El Centro de Computación CEA (Comisión de Energía Atómica y Energía Alternativa) dispone de un nuevo superordenador diseñado por Atos (arquitectura Bull Sequana), cuya potencia es mucho más alta que su predecesora. Joliot-Curie (su nombre) tiene un poder de cómputo de 9.38 petaflops, que es 4.5 veces superior al anterior ordenador Curie. Otra ventaja, Joliot-Curie consume casi la mitad de la energía.

 

La supercomputadora francesa más poderosa

Este verdadero monstruo funciona gracias a los chips 3.312 CPUs Xeon 8168 Intel de 24 núcleos con una velocidad de reloj de 2.7 GHz y 828 tarjetas informáticas Xeon Phi 7250 con 68 núcleos a 1.4 GHz. Este sistema está acoplado con 400 TB de RAM y 5 GB de almacenamiento de alto rendimiento, con un ancho de banda de 300 GB s. Una máquina que ha pasado a formar parte del ranking de las 500 supercomputadoras más potentes del mundo, pero aún se encuentra muy lejos de la campeona Summit y sus 200 petaflops de poder.

Incluso deberíamos encontrar a Joliot-Curie en el escalón más alto del podio desde 2020, ya que las adiciones deben permitirle alcanzar un máximo de 22 petaflops para eso año. Luego debería tomar el primer lugar en Europa y unirse al Top 20 del mundo con la incorporación de los procesadores AMD Epyc de 64 núcleos a 2,5 GHz, las GPU Nvidia V100 y los chips Intel Cascade Lake de 20 núcleos y 2,1 GHz.

Inaugurado por el gerente general de la CEA, François Jacq, en presencia de Thierry Breton, CEO de Atos, y Philippe Lavocat, CEO de Genci, Joliot-Curie se presenta como una supercomputadora "particularmente bien equilibrada para satisfacer las necesidades: simulaciones numéricas a gran escala y el procesamiento de grandes volúmenes de datos". También permite a Francia "cumplir con sus compromisos en términos de potencia de computación puesta a disposición de investigadores europeos como parte de la infraestructura informática europea".

El superordenador ha sido personalizado por el artista callejero C215 con los rostros de físicos conocidos. El superordenador ya está siendo utilizado en más de quince sectores como el clima, el astrofísica y geofísica, biología, dinámica molecular y propiedades de los materiales, entre otros.