El concepto y el funcionamiento del retrovisor virtual no es ningún secreto. En el lugar donde se suelen instalar los retrovisores externos se colocan cámaras de altísima resolución y de excelente angulación.

Las imágenes captadas por estas cámaras se proyectan en pantallas instaladas en las dos puertas delanteras. Además de la nitidez, dado que las cámaras cubren un espacio amplio, también eliminan la mayoría de los puntos ciegos laterales.

Como ejemplo, Honda usa una solución similar para eliminar los puntos ciegos. Los automóviles con la tecnología tienen espejos retrovisores normales, pero las cámaras laterales proyectan imágenes en la pantalla central multimedia cada vez que el conductor presiona la flecha para cambiar de carril o hacer conversiones.

Ventajas y desventajas

Las principales ventajas del sistema ya se mencionaron anteriormente. Mejora la aerodinámica del automóvil, ofrece una vista más amplia y elimina gran parte de los puntos ciegos.

La principal desventaja es que los objetos están más distantes que la realidad. Esto proporciona un margen de seguridad al hacer circular el vehículo en carreteras libres de congestión.

Sin embargo, en situaciones de tráfico pesado da la sensación de nunca hay espacio para cambiar de carril.

Para ayudar, el sistema tiene líneas que muestran el margen de seguridad al cambiar de carril. El rojo es para cuando las maniobras son imposibles, porque el coche del carril de al lado está muy cerca.

En amarillo, puedes maniobrar pero con precaución. El verde muestra que el cambio de carril se puede realizar sin problemas, ya que no hay obstáculos cerca.

Otra dificultad que genera la distancia exagerada en relación a los objetos se da cuando maniobras para aparcar en espacios muy reducidos. Si bien las pilastras están muy separadas, la cámara muestra que están completamente pegadas al automóvil.

Cuestión de costumbre

Los espejos convencionales tampoco dan una imagen precisa de la distancia real a otros objetos. Algunos los muestran más distantes. Otros, más cerca. Pero, en el uso diario, el conductor se acostumbra.

Con la práctica, las maniobras de estacionamiento se vuelven más fáciles, porque el cerebro comienza a procesar el intervalo entre la distancia real y la que se muestra en la pantalla.

Pero esta evolución de la percepción deja claro que, con la costumbre, quienes compren el coche con la tecnología acabarán pensando que tiene muchas más ventajas que desventajas.