Un físico estadounidense intentará probar la existencia de un universo paralelo.

¿Y si el físico estadounidense Leah Broussard hizo el mayor descubrimiento del siglo? Con un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, Tennessee, está trabajando en un experimento que podría revolucionar la física. Se basa en un misterioso efecto que se descubrió a principios de los años 90 mientras realizaban experimentos con la descomposición de los neutrones. Resultó que algunos neutrones, alrededor del 1%, tardaron diez segundos más en descomponerse que sus "congéneres". ¿Por qué?

Según los investigadores, es una hipótesis digna de ciencia ficción que explica mejor esta diferencia: algunos neutrones harían un viaje a través de un mundo espejo antes de regresar a nuestro universo para convertirse en protones.

Para intentar validar esta hipótesis, Leah Broussard y su equipo bombardearán miles de millones de neutrones en una pared insuperable. Lógicamente, ningún neutrón será detectable detrás de este muro. Pero si algunos lograsen pasar, significará que se han desviado por este universo paralelo para cruzar el obstáculo. Pero Lea Broussard trata de calmar el entusiasmo: "No espero encontrar nada".

Este mundo espejo podría resolver la extraña desaparición del litio 7 en el universo cuyas cantidades observables son mucho más bajas que las que se supone que creó el Big Bang. Lo mismo ocurre con la radiación cósmica, flujos de partículas de alta energía compuestas de protones, electrones y núcleos atómicos que circulan por todo el cosmos. Algunos de estos rayos son tan poderosos que su existencia es, en teoría, casi imposible. La existencia de un universo paralelo ayudaría a aclarar este enigma.