Los investigadores de la Universidad de Curtin en Perth, Australia, han resuelto uno de los enigmas más antiguos de la cosmología. Según un estudio reciente publicado en Nature, gracias a las ráfagas rápidas de radio (FRB), los científicos saben dónde se esconde la materia faltante en el Universo.

En los abismos que separan las galaxias, uno puede imaginar la dificultad para los investigadores para identificar lo que se encuentra en esos espacios gigantescos. Y sin embargo, hoy conocemos un poco mejor el fenómeno de los agujeros negros pero aún ignoramos la mitad de la materia que constituye nuestro Universo. El equipo del profesor Jean-Pierre Macquart acaba de hacer un gran avance. El profesor explica que:

Hemos estado buscando el material perdido durante más de 30 años. El espacio intergaláctico es muy escaso. El material que faltaba era solo uno o dos átomos en una habitación del tamaño de una oficina. Por lo tanto, fue muy difícil detectar este material utilizando técnicas y telescopios tradicionales”.

Gracias a las rápidas ráfagas de radio, el profesor y su equipo pudieron sondear el espacio. Concretamente, las ráfagas de radio rápidas son ondas de radio extremadamente potentes que provienen de las profundidades del espacio. Solo duran unos pocos milisegundos y son muy difíciles de predecir y localizar.

El profesor Macquart dice que al usar estas rápidas ráfagas de radio, su equipo pudo detectar la materia oscura perdida. Él explica que:

La radiación de las ondas de radio rápidas se difunde por la materia oscura de la misma manera que los colores de la luz solar se separan en un prisma. Logramos medir las distancias de varias ondas para determinar la densidad del universo".

La densidad medida es muy cercana a las estimaciones realizadas previamente por los investigadores sobre la cantidad de materia que se debería encontrar en el universo. Los astrofísicos finalmente tienen una respuesta a este misterio que ha estado sobre nuestras cabezas durante años.

Esta no es una noticia trivial. De hecho, los astrónomos están convencidos de que los lugares donde la materia oscura se concentra más, especialmente alrededor de las galaxias, podrían proporcionarles información esencial. Con este descubrimiento, los investigadores deberían comprender mejor cómo evoluciona el Universo a lo largo de los años.