Existe una ameba que se alimenta del cerebro humano, algo que suena terrorífico. Aunque la infección por la ameba de Naegleria Fowleri es rara, ocurre de vez en cuando. Apenas el mes pasado, un hombre de 29 años murió de una ameba devoradora de cerebros después de visitar una piscina en Waco, Texas. Aquí hay algunas cosas que debe saber sobre este organismo pernicioso.


1. Viven en el agua dulce

Las zonas de agua dulce, como los lagos, ríos y aguas termales, son los lugares favoritos para este ser unicelular. También se pueden encontrar en el suelo, y en casos extremadamente raros, en el agua del grifo contaminada o en piscinas que no se han clorado adecuadamente. Aunque la mayoría de las personas infectadas han sido en los lagos o ríos, los informes de los CDC encontraron que entre 2007 y 2016, una persona se infectó tropezar en un patio trasero y tres personas se infectaron después de usar un dispositivo de irrigación nasal. El agua del grifo contaminada era la culpable en los cuatro casos.


2. Entra en el organismo a través de la nariz

La infección solo ocurre cuando el agua que contiene Naegleria fowleri entra por la nariz. En otras palabras, el hecho de tragar accidentalmente agua de un río mientras se nada no pone a nadie en riesgo, pero el hecho de que el agua llegue a la nariz sí lo hace. Aunque la presencia de Naegleria fowleri en el agua dulce es común, las infecciones siguen siendo poco frecuentes.


3. No solo comen cerebros

Estas amebas no se desviven únicamente por los cerebros humanos. De hecho, generalmente se contentan con comer bacterias que se encuentran en el suelo o en los sedimentos de lagos o ríos. "Normalmente, son totalmente inofensivas, comen todo lo que encuentran en el barro y no molestan", dijo el biólogo Dan Riskin a Mental Floss en 2017. Sin embargo, una vez que entra en un nuevo entorno (como la cavidad nasal de una víctima), reanuda el consumo de todo lo que pueda encontrar.


4. Una vez entran en la naríz, recorren el nervio hasta llegar al cerebro

Una vez dentro de la cavidad nasal, una ameba comienza a devorar los bulbos olfativos, que son responsables de procesar la información sobre los olores. "Se abre camino hacia ese nervio olfativo, reproduciéndose y comiendo, hasta que llega al cerebro", dijo Riskin. "Y una vez que está en el cerebro, se acaba el juego". Eso se debe a que las amebas se alimentan de células y tejidos cerebrales, lo que ocasiona inflamación cerebral, necrosis y generalmente muerte.


5. La enfermedad que causa es casi siempre mortal

Aparece una enfermedad llamada meningoencefalitis amebiana primaria (PAM). Los primeros síntomas incluyen cefalea severa, fiebre, náuseas y vómitos, y algunos de los síntomas de la etapa dos son convulsiones, alucinaciones, alteración del estado mental y coma. En general, las personas comienzan a mostrar los síntomas aproximadamente cinco días después de la infección y mueren cinco días después. La tasa de mortalidad es más del 97 por ciento, pero una vez más, la infección es rara. De los 143 casos de infección notificados entre 1962 y 2017, solo cuatro personas sobrevivieron, según los CDC. Las probabilidades de contraer una ameba que se come el cerebro son aproximadamente 1 en 70 millones.


6. Taparse la nariz para reducir los riesgos

La mejor medida es taparse la nariz mientras se salta o bucea, o mantener la cabeza fuera del agua durante el baño.