Si bien algunos observadores ya señalaron el importante papel desempeñado por los robots en la difusión de noticias falsas en Twitter, un equipo de investigadores observó cómo funcionan. Descubrieron que para dar credibilidad a esta información los robots confían en los seres humanos.

En Twitter, aunque la red social intenta eliminarlos con regularidad, muchas cuentas en realidad son "mantenidas" por los robots que twittean de forma automática. Robots que sirven para influir en la opinión como en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2016 al transmitir noticias falsas. Investigadores de la Universidad de Indiana en Bloomington han observado cómo lo hacen.


Dar credibilidad compartiendo masivamente

No siempre es fácil distinguir una cuenta de bot real en Twitter. Para lograr esto los científicos han confiado en la herramienta Botometer, que determina la probabilidad de que un usuario sea realmente una máquina. Lo utilizaron para analizar 13.6 millones de tweets, publicados entre mayo de 2016 y marzo de 2017.

Esto les permitió comprender que la primera acción de los robots es compartir un artículo falso de manera masiva justo después de su publicación. El objetivo es dar la impresión de apoyo popular, a pesar de una fuente poco reputada. La famosa técnica de "ciertamente no lo oirás en los medios tradicionales".

Los investigadores averiguaron que en los primeros segundos de la publicación de un artículo de este tipo la mayoría de las acciones fueron obra de robots. Sin embargo, 10 segundos después fueron los seres humanos quienes se hicieron el trabajo.

Influencers objetivo

Para más allá de construir artificialmente credibilidad a las noticias, los bots tienen un objetivo muy particular: las cuentas influyentes. Responderán a docenas de usuarios seguidos por muchos seguidores, añadiendo en sus tweets un enlace al artículo en cuestión. Solo uno de estos influyentes retweets del enlace y su visibilidad estará garantizada.

Según los autores del estudio, luchar contra estos robots a través de un CAPTCHA, por ejemplo, sería una buena manera de limitar la difusión de noticias falsas. Según ellos, eliminar las 10.000 cuentas más sospechosas reduciría la cantidad de retweets irrelevantes en un 70%.

Otra solución podría ser utilizar el pensamiento crítico de los usuarios y que valoren la noticia antes de compartirla, pero esta tarea probablemente sea más compleja.