Hoy hablaremos sobre las impresoras Fused Filament Deposition (FDM) y los materiales utilizados que son PLA, PVA, PETT y ABS. El consumible utilizado es el plástico: generalmente se trata de polímeros que pueden moldearse por efecto del calor. En la impresión FDM 3D, el filamento PLA y el filamento ABS se venden en bobinas de filamento de 1,75 mm o 3 mm de diámetro y en varios colores.

PLA, para una fácil impresión 3D

El PLA (ácido poliláctico), biodegradable y elaborado a partir de materiales reciclados, se puede obtener a partir del almidón de maíz, por ejemplo. Se utiliza particularmente en el envasado de alimentos.

Las ventajas del PLA: genera menos errores en la impresión 3D. El PLA es más adecuado para imprimir piezas huecas o piezas con laterales delgados. No necesita calentar la plataforma de impresión, lo que disminuye el tiempo de impresión.

Las desventajas del PLA: poco resistente al calor, comienza a fundirse a partir de los 160 ° C y es sensible a la humedad. No se dobla, o solo un poco, lo que lo hace quebradizo. Más difícil de trabajar después de la impresión, no se puede limar ni perforar, por ejemplo.

ABS, para impresión 3D FDM de piezas resistentes

El ABS (acrilonitrilo butadieno estireno) es un polímero termoplástico, especialmente utilizado en electrodomésticos. Este material es famoso por la famosa pieza de la marca Lego.

Las ventajas del ABS: más resistente al calor que el PLA, comienza a derretirse a 180 °. También se dobla más fácilmente y no se rompe. Muy resistente, es adecuado para imprimir piezas mecánicas por ejemplo. Esta resistencia permite tratamientos de postproducción: taladrar, lijar, pintar ... Incluso puedes cambiar su aspecto aplicando acetona.

Las desventajas del ABS: el único inconveniente es que tiene más índice de errores a la hora de imprimir, sobre todo por motivos de menor resistencia a los golpes de temperatura. La impresión también es más larga, ya que la plataforma de impresión debe mantenerse alrededor de 120 grados para evitar un choque de temperatura.

PVA, para modelos complejos

Un polímero sintético, PVA es soluble en agua. Se derrite a unos 200 grados y puede liberar algunos productos químicos tóxicos si se calienta a temperaturas más altas.

Se puede utilizar en una extrusora de impresora 3D estándar para formar piezas que soporten otros objetos. Una vez finalizada la impresión, se sumerge en agua y las partes de PVA se disuelven, dejando el resto de la impresión insoluble. Esto facilita la impresión de modelos complejos que requieren soportes o incluso modelos con partes móviles. Si usas agua para disolver el PVA, deberás desecharlo adecuadamente, ya que el residuo pegajoso puede obstruir los desagües.

Ventajas: soluble en agua, bueno para apoyos y bastante fácil de imprimir.

Desventajas: Puede liberar vapores tóxicos si se sobrecalienta, caro y requiere de una eliminación adecuada.

Recomendable para imprimir modelos complejos con PLA o ABS.

T-Glase/PETT para usarlo con los alimentos

Tereftalato de polietileno (PETT) es el nombre químico de un material vendido como t-glase. Es similar al poliéster, que se usa a menudo para confeccionar ropa. Se derrite a unos 230 grados, pero se enfría y se convierte en un sólido rígido que parece vidrio. Se puede colorear conservando sus cualidades vítreas, por lo que está disponible en varios colores. T-glase está aprobado por la FDA para alimentos, por lo que puedes usarlo para preparar platos, tazas y más.

Si bien el t-glase en sí es fuerte y resistente, debe imprimirse lo suficientemente lento para que las capas se adhieran correctamente. Por lo tanto, imprimir con t-glase suele ser mucho más lento que con otros materiales.

Ventajas: seguridad alimentaria, material transparente con apariencia de vidrio.

Desventajas: Lento para imprimir.

Bueno para: Utensilios, tazas y objetos en contacto con los alimentos.