Para satisfacer las crecientes necesidades alimentarias en el mundo, varias empresas apuestan por la robótica. Alphabet, un holding de Google, acaba de presentar su proyecto Mineral. Sus nuevos robots autónomos serán capaces de analizar individualmente la evolución de cada una de las plantas.

Recopila datos para analizarlos y venderlos. Google ha encontrado una nueva forma de aplicar su mantra, esta vez fuera del mundo virtual. La empresa estadounidense, a través de su holding Alphabet, acaba de presentar su proyecto Mineral, una máquina autónoma capaz de predecir los rendimientos agrícolas mediante el análisis de plantas individuales y la detección de enfermedades.

Tratamientos dirigidos utilizando inteligencia artificial

El robot creado por Google adopta la forma de un pórtico equipado con multitud de sensores y cámaras que circulan por el campo. Los trabajadores del Proyecto Mineral anunciaron que su máquina ya había sido probada en California e Illinois, "recolectando imágenes de alta calidad de cada planta, contando y clasificando cada baya y frijol".

El objetivo de Alphabet es combinar estos análisis recopilados por el robot con imágenes de satélite y datos meteorológicos. Por lo tanto, los ingenieros tienen la intención de maximizar la productividad de las tierras agrícolas y prescribir tratamientos específicos para las plantas.

Reducir costos e impacto ecológico

En los últimos años, la tensión entre el cambio climático y un aumento de la población (9.700 millones de seres humanos en 2050, según las previsiones de Naciones Unidas) es preocupante. Por tanto, muchas empresas buscan optimizar las explotaciones agrícolas mediante la innovación tecnológica, al tiempo que reducen los costes y el impacto ecológico de los cultivos.

La próxima primavera, se espera que la empresa suiza Ecorobotix lance un nuevo robot desyerbador. Alimentado por energía solar, el prototipo podrá detectar malezas dentro de los cultivos para rociarlas individualmente. "Nuestra solución utiliza un 95% menos de productos químicos que las técnicas actuales y ofrece a los agricultores una enorme reducción de costos de alrededor del 50%", dice Aurélien Demaurex, director de Ecorobotix.

Ante los avances en la agricultura, las tecnologías están llamadas a apoyar la transición global hacia el desarrollo sostenible, optimizando los modelos de producción. Pero la inteligencia artificial por sí sola no garantizará la seguridad alimentaria en los próximos años. Porque el consumo racional y la reducción de residuos también dependen de decisiones políticas. En este esfuerzo, la "inteligencia humana" tendrá un papel fundamental.