Los cráteres de impacto son el sello distintivo de los meteoritos que han caído a la Tierra, a veces dejando grandes señales. Existe un cráter inmenso, de tal magnitud que cuesta imaginar como tuvo que ser impacto. Mucho más grande que los cráteres creados por el hombre.

Podemos comenzar con el cráter Chicxulub en la península de Yucatán (México), que con unos 180 kilómetros de diámetro está considerado como uno de los cráteres de impacto más grandes de la Tierra. ¿Es el cráter más grande que podemos encontrar en la Tierra? Pues no, pero sería la huella que dejó el asteroide que cayó sobre nuestro planeta hace unos 66 millones de años, provocando la desaparición de los dinosaurios.

El cráter de impacto confirmado más grande se encuentra en el lado sudafricano. El cráter Vredefort tiene unos 2.000 millones de años. Y antes de que la erosión redujera su tamaño, debía tener unos 300 kilómetros de diámetro. Hoy apenas queda más que el relieve central de 70 kilómetros de diámetro, formado por el levantamiento posterior al impacto del fondo del cráter.

Pero hay en Groenlandia, en la región de Maniitsoq, extrañas estructuras geológicas que los investigadores atribuyen a la presencia de restos invisibles en la superficie de un cráter aún más antiguo - no tendría menos de 3 mil millones de años - y sobre todo, aún más grande. ¡Su diámetro inicial podría haber superado los 500 kilómetros! Habría sido excavado por un objeto celeste, con un diámetro de unos 30 kilómetros.

En Australia, los investigadores también anunciaron hace años que habían descubierto un gigantesco cráter de impacto en la cuenca del río Warburton. Mediría 400 kilómetros de diámetro. Pero en realidad serían dos cráteres de 200 kilómetros cada uno y que se habrían formado al mismo tiempo, tras la fragmentación de un asteroide. Además, la datación de este cráter no coincide con ninguna de las principales extinciones conocidas en la Tierra. Lo que deja a los investigadores perplejos.

Pero no son solo las caídas de meteoritos las que dejan rastros en nuestro planeta. Las actividades humanas también pueden ser la causa de grandes cráteres. El más grande de ellos se encuentra en Estados Unidos, más exactamente en Nevada. Se llama cráter Sedan y fue creado en 1962 por la explosión de una bomba atómica de 104 kt enterrada a 200 metros bajo la superficie. El resultado: un enorme agujero de 100 metros de profundidad y más de 400 metros de diámetro.

En Kazajstán, otra prueba nuclear realizada en 1965 dio lugar al lago Chagan. Una reserva de agua de 10 millones de m3 que descansa en el cráter de unos 400 metros de diámetro formado por la explosión.