En los últimos tiempos, el yoga restaurativo se ha convertido en tendencia por el gran número de beneficios que aporta al organismo. Esta disciplina terapéutica favorece la relajación mental y física para conseguir un mayor bienestar y equilibrio. El objetivo principal es mejorar el sistema nervioso con una serie de posturas más suaves y relajadas. Para una práctica con resultados efectivos, lo más adecuado es ponerse en mano de instructores profesionales, por este motivo, la Escuela de Yoga Terapéutico es todo un referente.

A diferencia de otras modalidades de yoga, aquí encontramos menos posturas, sin embargo, hay que mantenerlas durante mucho más tiempo. Esto permite tener un mayor control mental y emocional, de forma que la persona entra en un estado de relajación profundo. Principalmente, se logra porque las ondas mentales se vuelven más lentas y esto favorece el descanso.

¿A qué tipo de personas les conviene el yoga restaurativo?

Esta disciplina se recomienda principalmente a los alumnos que tengan que aliviar dolores físicos y mejorar sus emociones. De hecho, esta práctica es muy habitual cuando hay que recuperarse de una lesión o estrés emocional. Hoy en día, hay muchas personas que viven trastornos de ansiedad o depresión, por lo que estos ejercicios son muy saludables.

Este tipo de yoga se vale de una serie de accesorios para su práctica, es decir, emplea cojines, almohadas, mantas, cinturones o sillas, entre otros. Esto ayuda a que la persona realice las posturas, sin tanto esfuerzo. Este apoyo adicional aporta mayor bienestar y garantiza la seguridad para evitar posibles contracturas.

Las principales posturas del yoga restaurativo

En esta modalidad de yoga nos podemos encontrar hasta 20 posturas diferentes, aunque lo normal es practicar de cuatro a seis por cada clase. Como hemos indicado, cada una tiene una función concreta para mejorar las posibles dolencias del cuerpo.

  • Postura del niño (balasana). Es muy fácil de ejecutar y se consigue una sensación de descanso muy agradable para el cuerpo y la mente. Además, relaja la espalda, el cuello y los hombros, a la vez, que masajea los órganos internos.
  • Postura de la cabeza entre las rodillas (paschimottanasana). En este caso, se trata de estirar la espalda para lograr la paz mental y mejorar los órganos digestivos.
  • Adho Mukha Svanasana. Este es otro de los asanas más comunes, que consiste en estirar la espalda y fortalecer los brazos para aliviar el sistema nervioso.

Lo más normal, es realizar estos ejercicios en posición supina o sentados. En función de lo que busque cada persona, el profesor le indicará qué tipo de postura es la que más le conviene. Lo más importante es que el alumno esté siempre en tiempo presente cuando hace este tipo de trabajo y respiración.

En definitiva, si lo que se busca es equilibrar el sistema nervioso, calmar la mente y liberar el estrés, el yoga restaurativo es una buena opción. En la Escuela Española de Yoga Terapéutico y Ayurveda se cuenta con un curso exclusivo para todas las personas que quieran beneficiarse de esta disciplina. Además, los profesores están altamente cualificados, por lo que guiarán al alumno para que ejecute los asanas correctamente.