El proyecto Future Circular Collider (FCC) del CERN continúa en desarrollo desde que se dio a conocer en un informe del pasado enero.

Desde el descubrimiento del Bosón de Higgs en 2012 gracias al Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el mundo científico ha dado un paso adelante en esta terra incógnita que les permite averiguar más de lo infinitamente pequeño y cuestionar el modelo clásico.

El centro de física de partículas más grande del mundo, el CERN (Consejo Europeo para la Investigación Nuclear), no es el único proyecto que busca traspasar las fronteras de la energía y la tecnología. China y Japón están empezando a construir sus propios aceleradores. En 2012, el Reino Medio anunció su proyecto Circular Electron Positron Collider (CEPC), que se espera que mida 100 km de circunferencia y se beneficie inicialmente de la alta capacidad de producción de bosones. El objetivo final es generar colisiones a 70 TeV de energía en su segunda fase: Super proton Proton Collider (SppC). El gobierno japonés está esperando el apoyo financiero de sus socios internacionales (incluido el CERN) para saber si albergará o no al International Linear Collider (ILC), un colisionador lineal que medirá las propiedades de las partículas descubiertas en el LHC con mayor precisión.

El CERN desvela su futuro colisionador

Hay que decir que el CERN siempre ha estado a la vanguardia de la investigación, en primer lugar gracias al descubrimiento en 1983 de los bosones W y Z que han estimulado la investigación, pero también con sorprendentes efectos secundarios. El más conocido es sin duda el desarrollo de la World Wide Web, en 1989 por Tim Berners-Lee y Roger Cailleau para facilitar los intercambios de información entre los equipos internacionales del CERN.

El descubrimiento en 2012 del bosón de Brout-Englert-Higgs (BEH) con el LHC ha llevado a la física de partículas a un nuevo campo de posibilidades, otros descubrimientos fueron: top quark en Fermilab, y tau neutrino en el CERN Super Proton Synchrotron (SPS).

A principios de año, el informe preliminar de construcción del FCC se presentó como parte de la actualización de la Estrategia Europea para la Física de Partículas. Después de un estudio de factibilidad iniciado en 2013 que recibió la colaboración internacional de más de 1.300 colaboradores de 150 universidades de todo el mundo, el concepto de una Circular del Futuro Colisionador se está volviendo más real.

Un potente y gigantesco acelerador de partículas

Los datos de este nuevo acelerador son impresionantes. Con su circunferencia de 100 km y su capacidad para entregar energía hasta 100 TeV (una potencia 10 veces mayor que la del LHC), podría mejorar profundamente el conocimiento de la física.

Según Frederick Bordy, director de aceleradores y tecnología del CERN, la FCC "movilizaría a la comunidad de partículas a lo largo del siglo XXI", mientras que su potencia de 100 TeV "permitiría realizar estudios de precisión de cómo una partícula de Higgs interactúa con otra partícula de Higgs, así como una exploración profunda del papel de la ruptura de la simetría electrodébil en la historia de nuestro Universo".

Con respecto al túnel de circunferencia de 100 km que albergará el FCC, los planes revelados por el CERN muestran que debe pasar bajo el lago de Ginebra, pero también por Francia.

Un programa hasta 2080

Será el proyecto más grande cuyo coste total se estima en 15 mil millones de euros, de los cuales 5 mil millones se dedicarán a la construcción del túnel de 100 km, se espera que la construcción de la FCC se complete en 2040.

Mientras tanto, el LHC se actualizará para aumentar su luminosidad, un factor de 5 a 10. El trabajo para un HL-LHC - Colector de Hadrones de Alta Luminosidad - comenzó en abril de 2018. Debería estar operativo para 2026 y permitir a los físicos estudiar en detalle algunas partículas, pero también para producir no menos de 15 millones de bosones de Higgs al año, contra 3 millones para el LHC. El final previsto de este colisionador de 27 km de circunferencia será, por lo tanto, en 2038.