A la hora de comprar marisco es fundamental prestar atención al etiquetado. De esta manera, obtendrás un pescado fresco y de máxima calidad. Asimismo, es importante que la etiqueta esté visible y sea legible.

Las etiquetas de los productos que se venden en las distribuidoras de marisco deben contener una serie de datos que garanticen su buen estado. Por ejemplo, el nombre comercial del producto, el método de pesca o de cría (pesca extractiva, pescado en aguas dulces, criado o de acuicultura o marisqueo), el nombre de la zona donde se ha capturado o criado, el modo de presentación (entero, filetes, eviscerado, con o sin cabeza, cocido o descongelado) y el peso neto del mismo, en caso de que se venda envasado.

Si bien la información que deben proporcionar las etiquetas depende de si el pescado es congelado o ultracongelado, o si el producto es fresco, refrigerado o cocido, la mayoría sigue un patrón que explicamos a continuación y a los que le debes prestar atención.

  • Nombre comercial. Es uno de los aspectos principales a considerar. En la etiqueta se debe colocar tanto el nombre científico del marisco como su denominación comercial. Éste último puede cambiar según la región.
  • Tipo de pesca. Debe detallarse el método empleado. Las más habituales son las redas izadas, el sedal, el anzuelo, las trampas o las redes de arrastre.
  • Método de producción. Es otro de los datos obligatorios, ya que tiene que ver con la calidad del producto e impacta sobre el precio del mismo.
  • Zona de captura. En este aspecto se puede percibir la zona en la que ha sido capturado el pescado o el marisco. Se identifica con un número de la zona FAO o con el nombre de la zona marítima.
  • Fecha de captura y desembarco. Aunque no es obligatorio añadir este dato, es importante para conocer la frescura del producto.